sábado, 20 de agosto de 2016

MADURAR Y ENVEJECER





                      MADURAR Y ENVEJECER




 Hay una gran diferencia entre madurar y envejecer, una enorme diferencia, y la gente siempre se equivoca. Creen que envejecer es madurar, pero el envejecimiento pertenece al cuerpo. Todo el mundo envejece, todo el mundo se vuelve viejo, pero no necesariamente maduro. La madurez es un crecimiento interior. El envejecimiento no es algo que tú haces, sino algo que sucede físicamente. Con el tiempo, cada niño que nace se hará viejo. La madurez es algo que tú aportas a la vida, surge de la conciencia. Cuando una persona envejece de una forma plenamente consciente, se vuelve madura. Envejecimiento más conciencia, experiencia más conciencia, es madurez. 
Hay dos maneras de experimentar una cosa. Puedes experimentarlo como si estuvieses hipnotizado, inconsciente, sin prestar atención a lo que está sucediendo; sucede algo pero tú no estás ahí. No sucede en tu presencia, estás ausente. Has pasado de largo, no te ha tocado. No te ha dejado huella, no has aprendido nada de ello. Se puede haber convertido en parte de tu memoria porque, de algún modo, estabas presente, pero no se ha vuelto parte de tu sabiduría. No has crecido a consecuencia de esta experiencia. Entonces, estás envejeciendo. Pero si le añades a una experiencia la virtud de la conciencia, la misma experiencia se convertirá en madurez. Son las dos maneras de vivir: la primera, vivir en un sueño profundo, envejecer, hacerse viejo, ir muriendo poco a poco, y nada más. Toda tu vida consiste en una dilatada muerte lenta. Pero si añades conciencia a tus experiencias —a todo lo que hagas, a todo lo que te suceda—, estarás alerta, despierto, atento; estarás saboreando la experiencia por los cuatro costados, estarás intentando comprender su significado, estarás intentado llegar hasta el fondo de lo que te ha sucedido, estarás intentando vivirlo intensa y totalmente; entonces, no es un fenómeno meramente superficial. En el fondo de tu ser hay algo que está cambiando con esta experiencia. Te estás volviendo más atento. Si la experiencia es un error, ya no volverás a cometer el mismo error.


Una persona madura nunca vuelve a cometer el mismo error. Pero si sólo es un viejo volverá a cometer los mismos errores una y otra vez. Vive en un círculo y no aprende nada. 
 Se puede vivir la vida de dos maneras. Si vives inconscientemente, simplemente mueres; si vives conscientemente lograrás tener cada vez más vida. Llegará la muerte, pero sólo a la persona que ha envejecido y nunca a una persona madura. Una persona madura nunca muere, porque estará aprendiendo incluso a través de la muerte. La muerte se convierte en una experiencia para vivirla intensamente, observarla, permitirla.

La madurez es conciencia. El envejecimiento sólo es desgaste. 

Osho.-

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