La belleza no tiene edad, talla ni color. La estética y la belleza van más allá de lo superficial y está conectada con la salud y la longevidad.
La cuestión ya la planeó Karl Jung cuando dijo: “Todos nacemos originales y podemos morir siendo copias”. La mayoría de personas se comparan y luego se esfuerzan por imitar, en vez de crear. El secreto está en que no debemos imitar ni competir sino crear.
Desde uno y otro sexo se busca la belleza en la otra persona porque es sinónimo de salud, fertilidad y adecuado para la procreación. La simetría en el rostro denota un buen sistema inmune, por eso es que nos sentimos atraidos y buscamos belleza en nuestra pareja.
Aunque la belleza no es el único camino a la felicidad, el buscarla está programado en nuestro cerebro. Está comprobado que un bebé de tres meses ya se fija más tiempo en un rostro bello y simétrico que en uno feo.
A fuerza de publicidad machacona parece que tambien han conseguido meter en nuestro cerebro la falsa idea de que la belleza se consigue en la farmacia o en el quirófano, cuando la realidad es que la belleza se come y si siente. El mejor protector solar se vende en la fruteria (albaricoques y tomates) y como dice Sofía Loren: “nada hace más bella a una mujer que sentirse bella” .
Aunque la belleza no es exclusiva de uno de los sexos y en los animales generalmente son los machos los que están dotados de más ornamentos estéticos, en los humanos exigimos más belleza a las mujeres.
Una persona feliz y serena se muestra más bella que otra que sufre estrés, aburrimiento o depresión. Se dice que la belleza verdadera irradia desde el interior.
Una persona que siente celos, rabia, depresión puede intentar ocultarse tras un maquillaje o unas gafas de sol muy caras y de marca pero no engaña a casi nadie, quizá solo a sí misma.
El hombre, antes luchador, se ha convertido en urbanita y ahora cultiva en los gimnasios unos músculos que no necesita ni utiliza, solo los exhibe.
Existe belleza en la diversidad: Personas altas y bajas, delgadas y gordas, pero se nos exige un modelo irreal y uniformado, creado por la industria de la moda, la alimentación y la farmacopea.
El cuerpo humano es la mejor de las farmacias. La belleza a cualquier edad necesita más equilibrio en vez de tantos productos de venta en farmacias y perfumerías
LOS ENEMIGOS DE LA BELLEZA SON:
- el estrés
- la alimentación incorrecta
- la falta de ejercicio
- Ignorar que el cuerpo es la mejor farmacia (produce serotonina, dopamina y oxitocina, en las dosis necesarias y de manera gratuita)
Nuestra sociedad industrial ha creado la “tiranía o dictadura de la juventud obligatoria”, se sacraliza lo joven y se penaliza a quien no es, no parece o no se siente joven.
La vida es un canto a la belleza, pero no es simplemente un plató o una pasarela. Más que un escaparate la vida es un taller en el que no se triunfa ni se fracasa, simplemente se crece o no se crece.
Autor: Javier González.-
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